Rechazamos de manera íntegra y categórica la nueva Ley de Educación Superior y cualquier medida que tenga como propósito abrirle paso a la mercantilización de la Educación.
La universidad debe estar ligada a las necesidades más sentidas del pueblo colombiano y al desarrollo y progreso de su población, por tanto su actividad académica e investigativa estará a su servicio. Esto implica que estas deben discutir y adoptar un nuevo modelo pedagógico que afronte, discuta y genere alternativas con respecto a las problemáticas sociales, económicas y medio ambientales que afronta el país.
Pero si nos detenemos a observar la situación actual de la educación en nuestro país, nos daremos cuenta de la gran farsa que cobija el sistema educativo. Solo por mencionar algunos datos, el 38% de las instituciones de educación superior son de carácter oficial, entre tanto, el 62% restante son instituciones privadas, costosas y de baja calidad. Asimismo, tan sólo el 33% de estas instituciones cuentan con programas de alta calidad.
El aumento de universidades e institutos de carácter privado deja ver que la educación en nuestro país se ha convertido en un negocio cada vez más rentable. Por otro lado, la gran oferta de programas técnicos y tecnológicos de baja calidad, permite concluir que el interés del sistema educativo colombiano es formar trabajadores de bajo nivel que salgan a satisfacer las necesidades de un mercado laboral cada vez más mísero, obligando al pueblo colombiano a prepararse y convertirse en mano de obra barata que va a enriquecer los intereses económicos de la clase dominante.
Hoy a las nuevas generaciones nos corresponde oponernos a esta educación mercantilista, y luchar por una educación gratuita, integral, humanista, incluyente, critica, una educación que sea útil para la materialización del cambio social.
No hay comentarios:
Publicar un comentario